"La poesía existió antes que la literatura". Jorge Enrique Adoum
El país siguió borracho en los años oscuros. Cuándo no, los amores consolidados y contrariados, el anhelo de la patria ideal.
Quejarse en prosa requiere empatía, y la empatía se logra mirando desde un ángulo distinto.
Por eso salí a correr aquel domingo en la mañana, cuando casi toda la ciudad dormía la borrachera.
Un samán citadino cobijó el circuito anaeròbico, muy similar al centenario sabanero que contaba historias a mi abuelo.
Correr y caminar sirven, en el caso de los poetas, para encontrar sentido y coherencia a párrafos inconexos.
San Carlos, la del aeropuerto circular donde amaestraba gatos el poeta Eduardo Mariño.
San Carlos, la de Héctor Pedreañez Trejo, llamada "ciudad triste bañada por el Tirgua".
No hemos cuidado el agua del río, como Las Vegas no cuidó la del caño Buen Pan ni Valencia su Cabriales.
Todo poeta debe comprender primero su parte para luego entender el todo. Solo así la palabra podrá transformar lo que toca.
Aquel domingo en la mañana encontré sosiego y estas líneas en el silencio de la troncal 005, aquel domingo en la mañana comprendí un poco más sobre la familia, la que yace bajo los techos y la que puebla el mundo.
Nuno, 03 de agosto de 2023
Hoy leo estás líneas desde España, con profunda melancolía me trasladan inmediatamente a mi pueblito amado, gracias sr poeta porque sin su verso y sin su prosa ese saman muchas veces paso desapercibidos, pero ahora ya no.
ResponderEliminarEscribo para que la gente recuerde, y me alegra mucho haya llegado a sus sentidos ese escrito. Un abrazo y gracias por leer.
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