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Mostrando entradas de 2025

¡No pierda el entusiasmo! Homenaje a Isaías Medina López

Foto tomada por José Ramón Camacho a las afueras de la Cinemateca de San Carlos, el 06-12-2024 Ese terreno baldío que sucede a la partida de un amigo (Alberto Cortez), solo podrá ser llenado por su recuerdo y, en el caso de Isaías Medina López, por su poesía.  -Poeta, no pierda el entusiasmo-, nos repetía el maestro de forma permanente en las decenas de encuentros donde nunca le vi masajearse el ego y siempre le vi sentado al lado de todos, sonriente, solidario, divertido y tristemente sobrio. Creo que su impronta se explica de muchas formas, pero elijo las palabras del poeta Silvestre Botello en el homenaje que le hicimos con la Escuela Nacional de Poesía Juan Calzadilla: "Íbamos a un recital y ahí estaba Isaías. Íbamos a un velorio de cruz de mayo y ahí estaba Isaías. Íbamos a cantar parrandas y ahí estaba Isaías"... Gracias a él, estoy convencido de que la solidaridad es el único sinónimo de humildad. El poeta amaba su tierra, su calor, sus ríos, sus bares, la sabana, sus ...

El monaguillo de la iglesia

Por: Héctor Nuno González Ilustración: Danny Figueredo Camila no sabía qué hacer con aquellas sensaciones, nadie le había explicado. Por eso, cuando aquel flaco de facciones finas y ojos tristes apareció comandando la entrada del cura en la homilía, pensó que temblaba la tierra. Parecía una plastilina gigante, superaba los 185 centímetros de estatura y asistía al sacerdote con tal diligencia y voluntad, que no pudo concentrarse ni aquel domingo ni los siguientes.  Había llegado al pueblo proveniente de tierras frías, su familia cambió los andes por el llano porque sus abuelos ya no soportaban el frío inclemente que se les metía en los huesos y les dolía para respirar. No más llegar, se puso a la orden en la parroquia.  Camila tenía 12 años recién cumplidos y la vida le estaba mostrando de golpe la rudeza de los cambios naturales. Sus padres la abandonaron cuando tenía un mes y vivía con una amorosa tía que trabajaba demasiado, no tenía tiempo para orientarla y hacer...