“Odio a los indiferentes. Creo que vivir quiere decir tomar partido”. Por Héctor Nuno González Con la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario promulgada en diciembre de 2001, se abrió un nuevo panorama para la agricultura venezolana, la premisa principal fue erradicar el latifundio y la tenencia de grandes extensiones de tierra como sinónimo de riqueza injusta y explotación del hombre. En 2004 ganó frontalidad esta lucha que cobró la vida de cientos de campesinos, decía Gramsci: “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos". Mi buen amigo Héctor Herrera, con la experiencia y capacidad suficientes para contrastar épocas, tuvo la amabilidad de contarme sus andares por Cojedes, Yaracuy y Apure en los años donde la tierra, el crédito, la maquinaria, asesoría y varias cosas más, fueron puestas en manos de los productores con resultados muy malos en la mayoría de los casos (siempre hay honradas excepciones). Con Héctor co...
Escribo para que la gente recuerde