Ir al contenido principal

Entradas

Latifundio y pobreza (4ta entrega)

“Odio a los indiferentes. Creo que vivir quiere decir tomar partido”.   Por Héctor Nuno González Con la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario promulgada en diciembre de 2001, se abrió un nuevo panorama para la agricultura venezolana, la premisa principal fue erradicar el latifundio y la tenencia de grandes extensiones de tierra como sinónimo de riqueza injusta y explotación del hombre. En 2004 ganó frontalidad esta lucha que cobró la vida de cientos de campesinos, decía Gramsci: “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos". Mi buen amigo Héctor Herrera, con la experiencia y capacidad suficientes para contrastar épocas, tuvo la amabilidad de contarme sus andares por Cojedes, Yaracuy y Apure en los años donde la tierra, el crédito, la maquinaria, asesoría y varias cosas más, fueron puestas en manos de los productores con resultados muy malos en la mayoría de los casos (siempre hay honradas excepciones). Con Héctor co...

Latifundio y pobreza (3era entrega)

Mientras los oprimidos sigan sin ser conscientes de las causas de su condición fatalista, aceptan su explotación. Paulo Freire Por Héctor Nuno González Es importante recordar que el latifundio fue traído por los europeos en su proceso de colonización, era una especie de concesión o poder otorgado por los reyes que se decían enviados del Dios católico y romano que terminó impuesto en estas tierras.   El desigual sistema hizo y sigue haciendo mísera la vida de nuestros campesinos. Como herencia, inercia y posteriores leyes protectoras de los hacendados fueron configurándose los distintos pueblos rodeados de haciendas gigantes, como ya hemos mencionado llegaba la gente buscando trabajo y se quedaban en los lugares cercanos. Fue clave el artículo 107 de la antigua Ley de Tierras Baldías y Ejidos, que establecía: Los trabajadores de los inmuebles, fincas o fundos rurales, que ocupen casa conjunta o separadamente con sus dueños, sin pagar alquileres, y reciban un sala...

Latifundio y pobreza (2da entrega)

“A desalambrar, a desalambrar, que la tierra es nuestra es tuya y de aquí”. Víctor Jara Por Héctor Nuno González Nos causan ternura ciertas cosas que no deberían, los escritores y otros artistas latinos somos responsables en buena parte porque romantizamos la pobreza, y es que si se mira con frialdad no es para nada tierno que las abuelas de generaciones recientes trabajaran desde niñas como cocineras en los latifundios. Usted, madre moderna, ¿lo permitiría con su hija? El querido Alí Primera no entra en ese saco, el coreano se preguntaba en su tiempo: ¿Por qué mueren tan temprano los campesinos de mi país? Morían entre chipo y demagogia, el poder latifundista promovido desde los gobiernos los oprimió y maltrató hasta volverlos sumisos y esclavos, tal cual hizo Diego de Lozada con los indios para “fundar” a Santiago de León de Caracas. Esa sumisión pesa mucho en nuestra sociedad, esa sumisión en Las Vegas por ejemplo cuesta altos índice de pobreza, traducida en doloros...

El niño que venció al coronavirus

Por: Francisco Aguiar Ilustración: Luisana Pérez Miguel – mientras titilaba por la fiebre – pensaba sobre lo duro que es luchar contra un monstruo invisible. En su delirio golpeaba el aire con la intención de vencer al virus que lo mantenía en una habitación llena de máquinas ruidosas… golpeaba el aire frenéticamente hasta quedarse rendido.             Cuando volvía en sí miraba con recelo a los doctores y enfermeras que, por su aspecto, parecían astronautas y preguntaba por su mamá. A lo que le respondían: “Por tu condición no puede estar aquí. Pero a las tres de la tarde te hará una vídeo llamada”.             En la clínica se enteró de la muerte de muchos familiares y conocidos, así que en su mente se fijó una idea: inventar un aparato que hiciera visible al enemigo que asolaba a sus seres queridos para vencerlo.         ...

Latifundio y pobreza (1era entrega)

“Algún día será verdad. El progreso penetrará en la llanura y la barbarie retrocederá vencida”. Rómulo Gallegos. Por Héctor Nuno González Donde hay o hubo un latifundio, hay pobreza alrededor. No me refiero solo a lo material, también hablo de lo cultural y el ejemplo que usaré es el pueblo donde crecí, Las Vegas. Entiéndase a la pobreza como un problema multidimensional que nos atañe en esta serie de análisis y en la que este sistema desigual tiene buena responsabilidad. La existencia de dos hatos gigantescos alrededor del municipio Rómulo Gallegos, Charcote y Gabinero, fueron decisivos en su configuración. Una buena cantidad de los primeros pobladores y los que llegaron después, fueron peones de los Boulton y los ingleses respectivamente. Cuando cerraron los puertos fluviales y el país cambió en varios sentidos, la gente se fue a pedir trabajo en los hatos y se resignó al sistema esclavista moderno que data de la colonia. Mis abuelas, por ejemplo, cocinaron para la “peoná”...

Al calor de la prosa: Redes sociales e indignación

Imagen de la película "Bóves el Urogallo" Por Héctor Nuno González ¿Nunca se han sentido en el imperio de la indignación mientras están en redes sociales? Imaginen una selfie de una mantuana tomada en 1805, en la catedral de Caracas y luciendo opulenta sus ocho negras esclavas, fantaseen conmigo los comentarios a pie de foto: -@CatolicaMilitante: Gloria a Dios, quien nos hizo amos a unos y esclavos a otros. -@CapitaníaLibre: Vamos bien, pronto seremos libres de la monarquía opresora. -@LibertadALosEsclavos: Disfruta mientras puedas, mantuana petulante, pronto romperemos las cadenas que nos oprimen. Viva la República. Resulta que las redes sociales mostraron a las masas lo jodido y desigual que es el mundo, es gracioso a veces. Pero la indignación es selectiva. Un católico militante ¿apoyaría hoy día eso que hacían las clases privilegiadas en las iglesias? Ahora y gracias a las redes, todos son defensores de los derechos humanos, de animales, activi...

Entre la ficción y la realidad

Por Fex López Álvarez Existe desde los largos debates entre Suetonio y Diogénes Larcio una discusión por suerte infinita entre los tatuados por la narrativa, su pertenencia al reino de la ficción o su eterna permanencia a la realidad. Los defensores de Alexandría creemos firmemente que la realidad pertenece a otros reinos y que el domino de la narrativa es propiedad de los 9 anillos y del centésimo nombre de Dios. Incluso, se puede acusar que la ficción puede llegar a calar en la realidad de tal modo, que es posible encontrarnos de frente con un arqueólogo buscando Troya en Santa Sofva con una copia de la Iliada en una mano y una brocheta en la otra. En el cuarto volumen de una enciclopedia ya olvidada, el señor de las pesadillas, Edgar Allan Poe, renuncia a la ficción por señalar que la realidad es mucho más aterradora que la ésta. Soy poco menos que viento para no aceptar la premisa del autor de El Péndulo, y por algún motivo mi corazón delata debilidad por este opeo...