“Algún
día será verdad. El progreso penetrará en la llanura y la barbarie retrocederá
vencida”. Rómulo Gallegos.
Por Héctor Nuno González
Donde
hay o hubo un latifundio, hay pobreza alrededor. No me refiero solo a lo
material, también hablo de lo cultural y el ejemplo que usaré es el pueblo
donde crecí, Las Vegas. Entiéndase a la pobreza como un problema
multidimensional que nos atañe en esta serie de análisis y en la que este
sistema desigual tiene buena responsabilidad.
La
existencia de dos hatos gigantescos alrededor del municipio Rómulo Gallegos,
Charcote y Gabinero, fueron decisivos en su configuración. Una buena cantidad
de los primeros pobladores y los que llegaron después, fueron peones de los
Boulton y los ingleses respectivamente. Cuando cerraron los puertos fluviales y
el país cambió en varios sentidos, la gente se fue a pedir trabajo en los hatos
y se resignó al sistema esclavista moderno que data de la colonia. Mis abuelas,
por ejemplo, cocinaron para la “peoná” desde los 14 años.
Cuentan
que los ingleses llegaron con la intención de ser importadores de carne
refrigerada, pero al notar la calidad de la tierra y con la anuencia del Estado,
se aprovecharon de la inocencia de los habitantes de Las Vegas y fueron
comprando inmensos pedazos de tierra a precios de gallina flaca. ¿Cómo lo
hacían? A través de un hombre que llamaban el “andarín”, alto y rápido de
piernas; decían a Eustaquio Abdon (ejemplo) que lo que él corriera en un día
era una legua de tierra, entonces lo recorrido se quedaba en manos de los “musiús”
pagado al precio de una legua.
Una
legua son 4.8 kilómetros, distancia que a un ritmo suave se salva en 40 minutos
más o menos. ¿Cuánto podía recorrer el andarín en un día entonces? Saquen su
cuenta, pero al parecer fue así como se apoderaron de más de 11 mil hectáreas que
explotaron a sus anchas, aportando muy poco al pueblo hasta la expropiación en
2006, aspecto histórico al que me referiré en su momento.
¿Es
el municipio Rómulo Gallegos un lugar muy atrasado solo por la desigualdad que
el latifundio generó y sigue generando aun cuando la configuración es otra y
los referidos hatos no existen?, creemos que no, pero vaya que es un porcentaje
importante.
En
mi afán de hacerme entender, pido al lector que se fije en el municipio Pao,
otro lugar rodeado de latifundios y sumido en el atraso. Pasa lo mismo en
Arismendi, El Baúl, en los estados Apure y Guárico, y más allá.
El
amo o el patrón, frases comunes en los llanos de Venezuela, reflejos de un sistema
desigual que se manifiesta de distintas maneras, incluso cuando los electores
eligen el perfil del gobernante, que termina convirtiéndose en el nuevo patrón o
amo.
Esta
serie de artículos es para discernir, para poner sobre la mesa el meollo del
problema, sino reflexionamos como sociedad seguiremos cometiendo los mismos
errores y el atraso material y cultural seguirá imponiéndonos el miedo y la
duda, y el miedo y la duda nos harán seguir eligiendo malos gobernantes, seguirá
impidiendo nuestra verdadera formación a través de un sistema educativo
coherente.
Invito
al debate sobre esto, quedan varias entregas donde seré más puntual en los
ejemplos. Y vayamos más allá, América Latina está plagada de latifundios y de
pobreza, que lo injusto no nos sea indiferente.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarExcelente Héctor. Asi es. Siempre la agricultura ha moldeado el desarrollo de los pueblos..
ResponderEliminarHay que valorar el trabajo del campo, a pequeños y medianos productores productores
Valorar en su justo medida el trabajo del campo, enfocar mejor el campo. Un abrazo mi profe.
EliminarMano hechate una pasadita por aqui y por las historias locales de Tronconero o hasta el mismo pueblo nuevo
ResponderEliminarhttp://www.cenal.gob.ve/wp-content/uploads/2015/11/LATIFUNDIO.pdf
Hola poeta, muchas gracias por la recomendación. Voy a investigar.
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