“ Me siento perseguida, pero no por los represores, como pasaba hace años, sino por una dictadura económica”. Mercedes Sosa. Por Héctor Nuno González, texto y foto Feliciana Camejo esperaba paciente el despacho del gas, rumores de vecinos pedían prisa para apartar cupo porque “solo iban a recibir 500 bombonas”, así que desafió la madrugada y sus peligros para llegar a las 3:00 AM. Y claro, eso hace una persona acostumbrada toda su vida a la desesperanza y a la supervivencia. La noche anterior lloró de tristeza atizando el fogón, nunca creyó romántica la faena como toda la vida quisieron hacérselo ver, más bien lo veía como uno de las tantas consecuencias de una desigualdad centenaria. Su desesperanza se justifica, 30 años al servicio del Ministerio de Salud la llevaron hasta sus 60 sin siquiera un lugarcito donde caer muerta. Durante su servicio vio pasar docenas de directores que en tan solo unos meses de “gestión” partieron con bolsillos llenos a no se sabe dónde. D...
Escribo para que la gente recuerde